lunes, 25 de junio de 2012

Una de callos!!!!

Pasada la Semana santa, es hora de hacer una reflexión, que si bien no da de lleno con ella, si en parte tiene algo que ver con ella.
En épocas aun no demasiado remotas, se acostumbraba a encomendar la salud de uno mismo o de ajeno conocido, al santo local, o en su defecto al beato mas cercano al trono de mandamás de todo esto.
De este modo, se le prometía que si curaba al niño de la Juani o le mejoraba a uno el dolor de espinazo, saldría en procesión en Semana Santa, detrás del paso correspondiente, o en la feria del pueblo que honraba al bueno del beato y cuya imagen se guarda en la ermita , normalmente a tomar por saco de cualquier núcleo urbano de progreso reconocido.
Esta era la manera, de encomendarse al altísimo, mas de andar por casa y si acaso, como nadie se enteraba, pues podías hasta escaquearte llegado el momento.
Pero como somos así, y esto parecía mas bien un poco de cachondeo sacro, y tomando como referencia costumbres egipcias o mas antiguas, nos dio por hacer exvotos.
A ver, no digo yo que se podría haber llegado a un pacto algo menos grotesco, porque de repente las iglesias y ermitas donde se guardaban las imágenes de dichos santos o beatos, empezaron a convertirse por razones de la cera, en un autentico despropósito de imitación casqueril. Piernas, brazos, tetas, cabezas, en fin lo que viene siendo una disección en masa de las distintas partes del cuerpo.
Lo mas cafre de la historia, es que la peña además de recrear la parte sanada obra y gracia del beato Cacerolo, escribía en un papel que ataba a una cinta de la que pendía el mencionado residuo, para que la posteridad conociera, el gran milagro que había hecho San Cacerolo, al curarle.
No digo yo que esto este mal, pero la imagen que uno tiene al enfrentarse a tal visión, solo es comparable, a la vista de sopetón de un matadero en plena faena.
Claro esta, que las creencias, como los gustos, son muy personales, pero la tendencia a pastar en compañía, hace que lo que a uno se le ocurre, otros cientos lo copien.
Toda esta perorata, podría no tener sentido, de no ser porque este comportamiento casqueril, ahora se reproduce, quizás de una manera mas edulcorada, en los boxes de enfermería de los hospitales, y es por esto que viene mi reflexión.
Comportamientos definidos, se globalizan y se trasladan al mundo cotidiano, y así nos encontramos lo que se ve en la foto, y es exvotos, modernizados y en ocasiones profusamente elaborados, que ensalzan la labor de unos profesionales determinados.
Uno no sabe bien , si el exvoto es para agradecer un determinado trato, o mas genérico, para agradecer el haber salido vivo de allí.
Porque las estadísticas cantan....uno ve estas cosas y piensa, ....mira que apañaos!!!...pero luego reflexiona....15 años del hospital y solo esta gente agradecida?....uhm...cual es la tasa de fiambres de este sitio?????....y porque la cara de esta que agradece no es tan sonriente????....y a quien de todos agradece?, al medico?, a la enfermera?....al celador que la saco de allí por una puerta falsa????.
Lo malo de conocer un determinado campo, es que te da para elucubrar con lo divino y lo humano, pero sobre todo te da para elegir donde no entrar si te duele cualquier cosa...porque hay servicios en los hospitales, que parecen dirigidos por el Profesor Mengele, y los que por allí pululan con jeringas tijeras y demás, parecen sacados de la tienda de los horrores.
Por eso, he llegado a pensar que estos exvotos, son mas bien gritos de euforia de gente que logro salir de allí, pero claro a mi no se me puede hacer mucho caso, porque como siga imaginando podemos acabar muy mal y no habrá exvoto que pueda contar mi historia.

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