Ruta Las Alpujarras

A las 9 de la mañana, como un reloj, nos juntamos en la esquina del Barclays, Fernando y yo, tras comentar la posiblidad de que la tormenta que se avecinaba, nos iba a coger durante todo el trayecto a Tarifa, decidimos, irnos hacia el otro lado e intentar la ruta de las Alpujarras granadinas, por detras.
Dicho y hecho, arrancamos y cruzamos Malaga, a una hora en la que es realmente chulisimo hacerlo, pasando por el paseo maritimo, con el sol aun muy bajo y el mar muy tranquilo a nuestra derecha, compartiendo el espacio con furibundos deportistas, la escena podria haber pertenecido aun documental de motos, las sombras muyyyyyyyyy alargadas, con una luz muy clara, fue fantastico realmente.
Cruzado Malaga, nos encaminamos por la autovia hasta Salobreña, reseñar las rafagas de aire, que en un momento determinado, resultaron muy fuertes y que una vez encaminados hacia en interior dejaron de molestar.
Dejamos la autovia, en la salida de Velez de Benaudalla, donde paramos a tomar el correspondiente carajillo de coñac.
Como anecdota, todo el camino, fui escuchando In the flesh, de Roger Waters.
Bueno es alimentar cuerpo y espiritu, ahora empezaba lo realmente divertido, entre curvas , pantanos, nieves, empezamos a subir y bajar, a un lado y a otro, dejando cruces, para meternos aun mas en el corazon de las Alpujarras, asi en Tovizcon, giramos hacia Almegijar, para dirigirnos a Trevelez, famosa por sus jamones y por un alcalde que gano un antiguo concurso de television, llamado Un millon para el mejor...que jovenes eramos entonces.
Como anecdota, Trevelez es el pueblo situado mas alto de toda España a 1476 m.
Paramos a hacer un descanso (vino y patatas) en un hotel rural muy chulo, El Alcazaba de Busquistar, un sitio majo para pasar unos dias sin hacer nada.
Poco despues de abandonar Trevelez, nos dirigimos hacia un paraje muy curioso, llamado Fuente Agria, es un arroyo o como sea, de aguas ferruginosas, lo que hace que todo el paraje tenga un color entre rojo y naranja, que entre la humedad, lo estrecho del sitio y la vegetacion, le daba un aspecto de bosque del norte, y no, esta en el sur muyyyyyyyy al sur. Lo mas cachondo es que arriba, donde la gente para, hay una ermita y frente a ella una serie de puesto de hippies, en uno de los cuales te vendian sin tapujo alguno, todo lo referente a marihuana, incluso cañamones fritos para comer...eso es a lo que se deben referir cuando hablan de un cuelgue de comida.
Tra abandonar el lugar, se desato el infierno.
Empezo a llover, para mi era la primera vez que me tocaba conducir con lluvia, bueno, no fue muy malo, salvo porque empezo a hacer mucho frio, no en vano estabamos muy cerca de sierra nevada, y claro esta el agua se acumulaba donde mas, entre la piernas...que frio de huevos!!!!!, literalmente, asi que Fernando que no andaba mejor que yo, paro al fin en una venta, pasado Pampaneira, El restaurante Los Llanos.
Lo mejor, es que el dueño muy amable nos encendio la chimenea, y al ser los unicos clientes, nos pudimos calentar y mientras comiamos, secar un poco las chupas, que venian caladas.
El dueño, es un curioso personaje, de Ciezar, pero que paso tiempo en Marsella creo que recordar que dijo, nos ofrecio una cosa increible y que recomiendo, Caracoles.
Habra mucha gente que diga, puaj que asco, que vayan aqui y los pidan, son una pasada de buenos, ademas de llevar una curiosa presentacion...alli en mitad del monte.
Avatares posteriores salvados, salimos de alli con intencion de regresar, y el cielo nos ofrecio una tregua, asi que cruzamos por Lanjaron, hasta alcanzar la autovia, que cogimos direccion Malaga.
Poco depues de Salobreña intecambiamos las motos y yo cogi la 1200GS, joer....sin palabras.
Asi sin mas llegamos a Algarrobo, a tomar el ultimo cafe, tras el cual cada uno siguio direccion a casa, y justo entrar de nuevo en la autovia, se desato el segundo infierno, lluvia, mucha lluvia, de noche, muchos coches, se hizo un poco pesado, pero al final consegui llegar a casa, eso si como si hubiera salido de una piscina.
Como conclusion...350 km, unas vistas fantasticas, la compañia inmejorable, las sensaciones increibles, la comida, bien, en definitiva, un gran dia de moto para recordar.