Hoy me hago eco, de un párrafo de una novela del argentino Antonio Santa Ana, Los ojos del perro siberiano.
Uno de los motivos por los que quiero tanto a este perro es por sus ojos, desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras, en los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia, en tus ojos curiosidad y misterio. Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro.
Uno de los motivos por los que quiero tanto a este perro es por sus ojos, desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras, en los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia, en tus ojos curiosidad y misterio. Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro.
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