Cosas de la publicidad

Casualidad?, seguidor de este blog?....resulta cuando menos sospechoso,que días después de mi post, sobre "mi apretón", coincidiendo con el olvido de mis llaves, aparecía este cartelón cerca de casa.
 Bien podría ser fruto de una casualidad, pero....(siempre hay un pero), si lo enmarcamos dentro del edificio, empieza a ser sospechoso, claro que es posible que aun no hayan adivinado el porque, por eso en un alarde me busque la manera de enmarcarlo aun mas en su medio...y si!!!, efectivamente lo que asoma por el lado izquierdo, es el frigorífico que yo encontré y que supuso la liberación de mis males intestinales.....
 Puesto a elucubrar, llego a varias conclusiones, la mas ilógica, no por imposible, sino por improbable, es que este amigo cerrajero, sea un fan seguidor de este blog, lo que además de demostrar su innegable inteligencia y buen gusto, me deja con la duda de que que seria improbable que yo tuviera un fan aunque fuera de este blog.
Otra idea que se me viene a la mente, es que el cerrajero, este buen amigo, supiera de la existencia del frigorífico y que incluso fuera el, quien con sutileza, lo hubiera escondido, para poder volver al lugar de forma mas tranquila para poder llevárselo, y que al volver se encontrara con  aquello que mi naturaleza creo de la nada....y que tras fiasco, con cabreo incluido además de otros malos sinsabores, le llevara a imaginar que ese regalito, era obra de un desgraciado, que se encontraría sin llaves para poder acceder a su vivienda y que dio así cuenta de sus proceloso malestar, al encontrar para la ocasión tan oportuno evacuadero. Y con esta conclusión , pensara que a lo mejor era un potencial cliente para su negocio de cerrajería.
 O simplemente, aunque seguro que totalmente incierto, esto se enmarque en un proceso de expansión publicitaria de su negocio....pero no creo, no veo yo eso como posible, para mi que le jodio que el que iba a ser su frigo de terraza y su congelador de jarras de cerveza, acabara sus días, almacenando los restos de un apretón...épico, si señor, pero apretón a fin de cuentas.