Hijo Puta.

Lo tengo claro, he decidido convertirme si es que aun no los soy en un Hijo puta.
Sinceramente creo, que ser un hijo puta tiene muchas ventajas, tantas, que si tiene algún inconveniente, yo no aun no se lo he encontrado.
Lo bueno de saberte un hijo puta, es que siendolo, cierras las puertas a posibles especulaciones sobre tu personalidad.....es un poquito raro, es un tanto especial, es que tiene mucho genio, sera que esta preocupado por algo....no no....es un hijo puta!!!!. Directo sin tapujos ni condicionantes de ningún tipo.
Como he señalado, ser un hijo puta, tiene todo tipo de ventajas, pues la gente al verte, piensa pa sus adentros....ahí esta ese hijo puta, y ya solo con eso, saben que de ti nada bueno pueden esperar, y no solo eso, sino que procuraran no molestarte, para no tener que comprobar en sus carnes cuan hijo puta eres y el porque de tan ilustre calificativo.
Además, entre nosotros, que te digan hijo puta, tiene su empaque y su gloriosa aureola de insulto bien lanzado, porque aunque literalmente hace mención a parte de tu familia, la gente lo ve mas como un engrandecimiento personal, derivado de tus mas hábiles hijoputeces.
Hay otros insultos, que por muy grandilocuentes, se quedan cortos al lado del de hijo puta, así cabronazo, tiene un cierto halo de no sabes si de maldad o de envidia malsana contenida,al igual que mamón, en todas sus acepciones (mamonazo, mamoncete, etc.).
Luego hay otros, que son cursis, aunque mal intencionados, capullo, gilipollas, cenutrio, no pasan de un mero toque de atención, que no determina en verdad, la capacidad hijoputil del insultado.
Mención aparte, merece el insulto tonto, no aislado como tal sino referenciado a distintas partes del cuerpo o incluso prendas de vestir, así tenemos , el tonto de los cojones, el tonto del culo y tonto la boina.
Atrás quedaron, insultos que ennoblecían , el arte de faltar al personal, como Bellaco, alfeñique, abraza farolas, berzotas, besugo, botarate, cantamañanas, y un sin fin mas, que por clásicos, quería dejar referenciados aquí.
Sea como fuere y visto esta breve disertación, estarán conmigo, que nada como un buen hijo puta, para que ennoblezca mas al personaje creado y que hace ir con los cuernos muy erguidos, cuando a uno se lo llaman.

Por todo ello, desde hoy y para los restos, ya saben, si alguien te llama Hijo Puta, levanta los cuernos al cielo y enorgullecete, porque de esta casta ya vamos quedando pocos.