"Las personas que brindan su plena confianza creen por ello tener derecho a la nuestra. Es un error de razonamiento: los dones no dan derecho".
Resulta irónico, lo absurdo que quedan algunas actitudes, con las que sacamos pecho, cuando un día las recuerdas.
Es fácil hablar, y mas simple aun prometer, pues se hace con la espera de que lo dicho quede en mera anécdota.
Pero llega un día, un aciago día, o dos, en las cosas dejan de ser cómodas, y todo aquello que se prometió, se dijo y se perjuro, cae en saco roto, porque no estábamos preparados para incomodarnos ni un solo minuto de nuestra vida.Tengo miles de defectos, y el mayor, es el que me define en la frase de filósofo alemán.
Espero que la gente se comporte conmigo, como yo lo hago o haría, y sigo equivocándome una y otra vez.
Este año, ha sido extraño, han pasado demasiadas cosas aciagas, que si algo positivo han dejado, es la lista, interminable lista, de gente que no volverá a estar en mi vida.
De todo se aprende, y cansado de esperar reacciones, ya no espero nada de nadie, quien está a mi lado, lo ha estado ahora y siempre y aunque da vértigo darte cuenta de lo solo que estás, no es malo, pues te hace redefinirte como persona y volver a tomar las riendas de tu propia vida, ahora si, más libre y más liberado a la vez.
Ya ni me cabrea, todo lo contrario y si escribo esto, es porque ya ni pena me da y me sirve para cerrar capítulo y abrir un libro nuevo, donde esas personas ya no tendrán cabida, ni siquiera como referencia a pie de página.
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